Ceiser
Con afán de organizarnos coincidimos un octubre:
la anónima muchedumbre con inquietud de pasillo
fundó el acto sencillo de juntarse por costumbre.
Las caras desconocidas duraron pocas reuniones,
se impusieron las razones comunes a las carreras
y cayeron las barreras para unirse las pasiones.
Todos fueron escuchados: locutores, productores,
técnicos operadores y también los guionistas.
Para pulir las aristas hermanamos los humores.
A pesar de los desbordes en las charlas iniciales,
fueron gratos los finales con ideas debatidas,
largas horas compartidas de anhelos e ideales.
Armamos las asambleas para agitar nuestras voces
y ajenos a las poses delineamos objetivos
para sentirnos más vivos, para limar viejos roces.
Diciembre de dos mil nueve nos reunió en el instituto.
El esfuerzo que fue fruto de ganas y compromiso
tuvo su germen preciso cuando nació el estatuto.
Luego de aquel primer paso fueron todos desafíos:
reciclamos nuestros bríos, las palabras en acciones,
unimos los corazones y el desierto tuvo ríos.
El camino se fue haciendo, se va haciendo cada día
con empuje, osadía y pasiones militantes:
nuestro Centro de Estudiantes es orgullo y alegría.
Mariano Pagnucco. Guion 3
octubre de 2010 pagnucco@hotmail.com
Con afán de organizarnos coincidimos un octubre:
la anónima muchedumbre con inquietud de pasillo
fundó el acto sencillo de juntarse por costumbre.
Las caras desconocidas duraron pocas reuniones,
se impusieron las razones comunes a las carreras
y cayeron las barreras para unirse las pasiones.
Todos fueron escuchados: locutores, productores,
técnicos operadores y también los guionistas.
Para pulir las aristas hermanamos los humores.
A pesar de los desbordes en las charlas iniciales,
fueron gratos los finales con ideas debatidas,
largas horas compartidas de anhelos e ideales.
Armamos las asambleas para agitar nuestras voces
y ajenos a las poses delineamos objetivos
para sentirnos más vivos, para limar viejos roces.
Diciembre de dos mil nueve nos reunió en el instituto.
El esfuerzo que fue fruto de ganas y compromiso
tuvo su germen preciso cuando nació el estatuto.
Luego de aquel primer paso fueron todos desafíos:
reciclamos nuestros bríos, las palabras en acciones,
unimos los corazones y el desierto tuvo ríos.
El camino se fue haciendo, se va haciendo cada día
con empuje, osadía y pasiones militantes:
nuestro Centro de Estudiantes es orgullo y alegría.
Mariano Pagnucco. Guion 3
octubre de 2010 pagnucco@hotmail.com
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